Una de las versiones del escudo de la ciudad de Málaga
Cautivos
Releyendo la historia local, encontraremos los precedentes y la persistencia de esta curiosamente recurrente identificación con el cautiverio, de la conciencia de nuestra condición permanente de presos: Ya en 1487, la ciudad entera (salvo una exigua minoría) será cautiva. Narran las crónicas que el sitio de Málaga fue el más duro de toda la guerra de desgaste en que consistió la conquista del reino del Granada y que las condiciones impuestas por Fernando el Católico a los vencidos fueron notablemente las más crueles: todos los pobladores musulmanes de Málaga fueron declarados cautivos de la corona de Castilla, y es inequívoca la intención de hacer perdurar el recuerdo de este hecho: en el escudo de Málaga, según la cédula de concesión de los Reyes Católicos, ocupa un lugar conspicuo la reproducción del infame Corral de los Cautivos, en la parte baja de la Alcazaba.