Ruinas del palacio de los Larios en febrero de 1937

Larios

 

El 20 de octubre de 1868, obreros en huelga de La Industria Malagueña disparan contra la fachada de la casa – palacio de Larios en la Alameda Principal. La turba consiguió franquear la puerta principal y entrar en busca de los dueños.

Estos sucesos tienen lugar en el contexto de las primeras semanas de la Revolución Gloriosa, iniciada en Cádiz y liderada por el almirante Topete y los generales Prim y Serrano.

Málaga sería una de las primeras ciudades españolas que se apresuraron a refrendar el levantamiento. En los días posteriores se produjeron algunos alborotos, entre los cuales, el más grave fue la irrupción en el Ayuntamiento, destrozando su mobiliario y el retrato de la reina. Pero, en general, parece que se pudo controlar el orden público con relativa facilidad.

Una vez más, la Revolución encontró amplio eco en Málaga, constituyéndose una Junta Provincial que se encargó del gobierno municipal y convocó elecciones locales. Celebradas éstas entre finales de septiembre y primeros de octubre, la Junta Provincial pasaría a llamarse Junta Revolucionaria de Málaga. Esta Junta Revolucionaria se apresuró a tomar algunas medidas de carácter democrático y liberal, como la exigencia del sufragio universal, proclamación de la libertad de expresión y asociación, libertad de culto, abolición del impuesto de consumos, abolición de las quintas, etc. Además, el 25 de septiembre arribó Prim a nuestra ciudad, lo que hizo aumentar el fervor revolucionario de los malagueños. También reapareció espontáneamente la Milicia Nacional, formada por unos 500 o 600 milicianos, que en patrullas recorrerían la ciudad en previsión de posibles altercados.

(Breve Historia de Málaga)

 

El 20 de octubre de 1868, obreros en huelga de La Industria Malagueña disparan contra la fachada de la casa – palacio de Larios en la Alameda Principal. La turba consiguió franquear la puerta principal y entrar en busca de los dueños: «Las señoras escaparon por los tejados y se ocultaron don Martín, su hijo (don Manuel Domingo) y su sobrino Ricardo, pero las turbas los encontraron y el pueblo quiso matarlos. El capitán de la milicia, Don José Zaragoza, expuso su vida por salvar la de los señores Larios y a duras penas consiguió llevarlos a la Aduana en clase de detenidos. En varias ocasiones os grupos intentaron matar a don Martín, pero los milicianos de Zaragoza lo defendieron. Acudieron milicianos de orden y cercaron la casa, evitando mayor saqueo, u conduciendo a don Martín a la cárcel».

El día 22 de octubre, y desde las playas cercanas al Martinete, fueron los Larios embarcados hacia Gibraltar, dando comienzo un exilio familiar que continuará en París y Londres –así que no estuvieron presentes, el día de San José de 1869, en la inauguración del Asilo de las Hermanitas de los Pobres (cuya construcción ellos sufragaban desde 1865).

En el interior (del Asilo de las Hermanitas de los Pobres) destaca la capilla (que) es panteón de los Larios y en la cripta se encuentra enterrado el fundador y algunos de sus familiares.

(Guía Histórico-Artística de Málaga)

 

A la fabricación de esos mismos pobres (¿hace falta recordarlo?) también llevaban años contribuyendo de modo muy señalado: La demanda de mano de obra provocada por el desarrollo industrial motivó una masiva inmigración procedente de las zonas interiores, y ésta dará lugar, en la década de 1860-70 a los miserables barrios obreros de Huelin y El Bulto, levantados en torno a las fábricas.