Catedral de Málaga. 1937
Catedral
El 6 de enero de 1861 se acuerda colocar en el altar mayor de la catedral la verja dorada que aún hoy luce. La misma será costeada por el industrial Don Tomás Heredia.
La catedral de la Encarnación es el monumento más significativo de Málaga. Su solar ha sido dedicado por los malagueños desde tiempo inmemorial a la práctica de usos religiosos. Excavaciones arqueológicas han demostrado la existencia de varios edificios cultuales levantados por las más variadas religiones. También en este lugar se levantó la Mezquita-Aljama durante los ocho siglos en que el Islam fue la religión de Málaga.
(Guía Histórico-Artística de Málaga)
Una vez que la ciudad quedó limpia de las impurezas y hedores acumulados en el sitio, los obispos y otros clérigos de la Corte y el coro de la capilla real, desfilaron en procesión hasta la mezquita principal, que fue consagrada con el nombre de Santa María de la Encarnación. Cumplido este requisito, el rey y la reina entraron en la ciudad acompañados por el gran Cardenal de España y los principales nobles y caballeros del ejército y oyeron una solemne misa. La iglesia se elevó entonces a la condición de Catedral.
(Crónica de la conquista de Granada)
La catedral de Málaga fue comenzada en 1528, al parecer sobre planos originales de Diego de Siloé. Las obras se pararon en 1541 debido a ciertos errores, continuando en ellas dos años más tarde. En 1549 se trajo como nuevo maestro mayor a Diego de Vergara, que trabajó en el templo hasta su muerte, en 1582, sucediéndole su hijo, del mismo nombre, fallecido en 1589. En 1579 estaba concluida la sacristía mayor; y en 1588, los cruceros y la cabecera, suspendiéndose entonces las obras. Así, a medio terminar, se inauguró el templo, bajo la advocación de la Virgen de la Encarnación, el 31 de agosto de 1588.
(Breve Historia de Málaga)
Es evidente que la construcción de la Catedral nos presenta una primera dimensión (obvia) que puede analizarse sin problema alguno: la ideología católica, después católico-tridentina, que se enfrenta a cualquier otra dimensión (religiosa) posible erradicándola literalmente y sustituyéndola, como ocurre con la mezquita aljama (la mezquita mayor de la ciudad), o evitando su presencia mediante controles de todo tipo (las «herejías», los falsos conversos, los iluminados…). Siempre en una ciudad de riesgo debido a los trasiegos del puerto y a la permanente presencia de extranjeros.
(Alfredo Rubio)
La ciudad de Málaga, entre el otoño de 1936 y enero de 1937, se había convertido en «un enorme campo de refugiados» (que huían del avance de los ejércitos franquistas conforme estos ocupaban sus pueblos) cercado militarmente, marcado por graves carencias de higiene, alimentos y medicinas. Un campo de refugiados sometido al hambre, la enfermedad y los bombardeos: una ciudad asediada.
Aunque los refugiados de los territorios recién perdidos afluían a la ciudad y dormían sobre las losas de la catedral, al parecer, el mando republicano de Málaga que aquellos acontecimientos anunciaran una campaña general.
(La guerra civil española)