Milicianos en el Paseo del Parque

Paseo del Parque

 

El 5 de septiembre de 1896, el Ministerio de Fomento concede dos meses de plazo para que se presente el proyecto del futuro Parque de Málaga.

Una de las consecuencias del florecimiento económico de Málaga en la segunda mitad del siglo XIX fue la expansión del puerto: la construcción de los muelles de Guadiaro, de Cánovas del Castillo y de Heredia. En los terrenos ganados al mar desde los pies de La Coracha hasta el antiguo Castillo de los Genoveses se realizará la construcción del Parque.

En 1896 darán comienzo las obras.

En el Parque, semiocultos entre sus frondas fueron surgiendo una serie de monumentos a personajes ilustres malagueños que constituyen un verdadero cenotafio, aunque con obras de diversa calidad.
(…)

En principio, el Parque se concibe como Alameda Cánovas del Castillo, cuyo monumento presidiría toda la composición espacial, aunque este no se llegó a realizar hasta fecha muy reciente por obra de Jesús Martínez Labrador y, actualmente, se encuentra en una de las glorietas.
(Guía Histórico – Artística de Málaga)

Aún más recientemente, con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de Cánovas, el monumento ha sido trasladado a la avenida de su mismo nombre, a la entrada del Parque.

Antonio Cánovas del Castillo juega un papel fundamental en el periodo político conocido como la Restauración monárquica (en la persona de Alfonso XII). Con su coetáneo Sagasta, fue el gran valedor del «turnismo», según el cual los dos partidos principales se turnarían en el Gobierno mediante un tácito acuerdo previo. Entre otras perversidades, este sistema dio lugar al caciquismo político, con la manipulación descarada de los resultados electorales entre el Gobierno y la oposición.
(Breve Historia de Málaga)

Oligarquía y Caciquismo son los términos que definen a la Restauración, el régimen instaurado en 1875 (y que dura casi medio siglo) por Cánovas del Castillo, líder del partido alfonsino, con la colaboración del Ejército y de los grandes intereses económicos (altas burguesías, grandes terratenientes, intereses coloniales antillanos).

La «fabricación» de los resultados electorales, farsa electoral, suplantación de la voluntad popular: el respeto externo a las formas del sistema parlamentario acompañado de la cínica adulteración de sus esencias reales.

Cánovas, enemigo declarado del sufragio universal, así como de los derechos de los trabajadores, llegará a prohibir, en 1874, dentro del recorte general de libertades que impone, la Asociación Internacional de Trabajadores.

Cánovas del Castillo será también el nombre de uno de los barcos que protagonizarán la ocupación (el Cánovas «surcaría el puerto») franquista de Málaga.